sábado, 7 de marzo de 2015

Hoy no es un día cualquiera.

Hoy no es un día cualquiera. Al menos no lo es para mí. Desde que llegué a estos muros he intentado compartir con mis amigos los contenidos que me enriquecían, me hacían pensar o me emocionaban. Durante años, casi semana a semana, las reflexiones de Antonio Morales, alcalde de Agüimes, han ennoblecido este espacio. Y me siento agradecido por ello.

Lo decisión tomada ayer por Roque Aguayro y Nueva Canarias, viene a cumplir una aspiración largamente deseada por un montón de personas del más amplio espectro político, intelectual y social, que soñaban con tener al frente del Cabildo de Gran Canaria a una persona con su perfil humano y político y su larguísima y aquilatada trayectoria de buen gobierno al frente de un importante municipio de la isla.
Seguro que muchos vecinos de Agüimes se debatirán hoy entre la tristeza de su pérdida y el orgullo de su contribución solidaria al bienestar colectivo.

Conozco a Antonio desde hace muchos años - más de cuarenta - Sé como piensa, qué le mueve y como trabaja. Es alguien inteligente, tenaz y muy preparado. Pero, fundamentalmente, es una persona buena, honesta y con una gran capacidad para crear y motivar equipos que crean que es posible hacer posible lo imposible.

Si finalmente la ciudadanía le eligiese para ocupar la presidencia del Cabildo va a necesitar toda la colaboración y la ayuda de quienes siempre creímos en él. No lo tendrá fácil -tampoco lo tuvo nunca fácil en su pueblo. Sobre todo con los enemigos venidos de fuera - Por esas alturas pululan infinidad de intereses. Intereses que nada tienen que ver con el interés general, aunque se revistan de dignidad y grandes palabras. Necesitará un gobierno fuerte y suficiente. Pero sobre todo va a necesitar a la ciudadanía, a los movimientos vecinales, a las mareas multicolores, a ti y a mí.

Si finalmente la ciudadanía eligiera a Antonio Morales Presidente del Cabildo, deberíamos agarrarnos con todas nuestras fuerzas a esa esperanza y no cejar hasta hacer realidad todos nuestros sueños.

Yo no sé ustedes, pero yo, aunque esté muy lejos, vivo con enorme ilusión este tiempo presente.