viernes, 29 de abril de 2011

La Plaza de San Juan. (Recuerdos.- 5)

      Estaba sentado en un banco de la plaza. A su espalda, la Iglesia. Frente a él, el ayuntamiento y el casino. No serían más de las ocho de la tarde. Era un hermoso día de octubre del año 2010.

      La alameda estaba prácticamente desierta, solo un viejecito con la mirada perdida de quien parece transitar por los mundos que él ahora frecuentaba, traía algo de ternura a un lugar que  recuerda cargado de juegos, de confidencias y de gritos, de alegría contagiosa y de ganas de comerse la vida. Hasta los pájaros, inquilinos permanentes de aquellos arboles centenarios que antes parecían competir con los niños en un duelo de algarabías, parecen haberse contagiado de una cierta tristeza museística, y apenas se les oye trinar.

      La Basílica, la plaza, los edificios que las circundan, conforman un conjunto arquitectónico singularmente bello. Todo parece haberse cuidado al detalle. Piedras, maderas nobles, paredes enjalbegadas de un blanco luminoso o pintadas de hermosos colores con sabor a tierra caliente, mobiliario urbano exquisitamente elegido, árboles nobles y centenarios, flores y arbustos,... todo preparado para el placer de los sentidos, para el reclamo de turistas y sí, tal vez también, para despertar cierto orgullo de pertenencia en los vecinos del lugar.

      Sin embargo él, ausente de la ciudad durante demasiado tiempo, experimentaba durante esa tarde de otoño un cierto desencanto, una melancolía que lo retrotraía a cincuenta, sesenta años atrás, cuando la plaza de San Juan era un bullir de niños jugando a "calambre", de adolescentes rumiando juntos las incertidumbres de una vida que les descoloca y les supera, de parejas que exhiben su amor con descaro, de hombres y mujeres que se encuentran, que se hablan, que discuten, que ríen. Y como trasfondo, el trinar sinfónico de los pájaros. En definitiva, echaba de menos la dulzura del vivir

      Aquel lugar mágico, espléndido y luminoso ahora, había perdido el alma. Quedaba muy bien en las fotos publicitarias, en los libros de lujo editados para mayor gloria de los que gobiernan, en las guías para turistas culteranos, pero transmitía cierto deje de tristeza, de muchacha abandonada, de caserón sin niños.

      Seguramente, se decía, algo habrán tenido que ver los cambios en las costumbres: las nuevas tecnologías, la playstation, los juegos de ordenador, internet, las redes sociales,...Sin embargo, intuía que, aunque le faltaran elementos de juicio y preparación suficiente para afirmarlo, quienes habían configurado el plan urbanístico de aquel lugar singular, habían errado en su diseño. La megalomanía del poder, la escasa visión que lleva a los políticos a despreciar a la gente corriente apropiándose de espacios  hermosos repletos de vida para convertirlos en frías dependencias administrativas, habían acabado por destruir un paraíso cargado de quimeras y de sueños.

      Ahora sólo le quedaba el recuerdo, pero se aferraría a él con la certeza de quien conoce el edén y sabe que le pertenece, navegaría una y mil veces en el tiempo para encontrarse, charlar y jugar, con gentes, lugares y acontecimientos que marcaron su vida y le ayudaron a conformar el hombre que es hoy.

      "Por un instante, su mente - y quién sabe si su cuerpo - abandonó aquella plaza vacía y se encontró sumergido en un mar de risas, gritos, saltos y carreras. Allí estaban Nino, Pijuán y Chano Estupiñán haciendo virguerías con sus bicis, un grupo de niñas saltando a la comba y Felipe acercándose con su maravillosa pelota de goma y su sonrisita de trinfador de la tarde. Una vez más, nos tocaría tener que aceptar "al pulpo como animal de compañía", esto es, que Felipe jugara de delantero durante todo el partido si queríamos disfrutar de un partido de fútbol con su fantástica pelota."


      Ya estaba de vuelta. El anciano ya no estaba en su banco; las farolas encendidas anunciaban la llegada de otra noche. Se le había hecho tarde. Se levantó y caminó despacio hacia la parada de la guagua que le llevaría hasta Las Palmas.

jueves, 21 de abril de 2011

Los libros que amé."El Último Encuentro".- Sándor Márai -

      La madrugada de un mal día del mes de febrero de 1.989, una bala suicida acabó con la vida de un escritor monumental, un hombre sabio, víctima de la estupidez humana. Ocurrió en San Diego, California, muy lejos de Kassa, entonces provincia húngara, donde había nacido hacía 89 años. Desgraciadamente, tampoco le fue dada la gracia de contemplar la caída del muro de Berlín, símbolo de su tragedia, acaecida tan solo unos meses después de su muerte.

      Y paradojas de nuestra "civilización", con su desaparición se produce el reconocimiento. Su país, la vieja Europa y el mundo entero, redescubren a un escritor extraordinario al que habían condenado al exilio físico y espiritual por el terrible delito de haberse atrevido a ejercitar su derecho a ser libre.

      En 1.948, con la llegada del régimen comunista, abandona definitivamente Europa y se traslada a Estados Unidos. La prohibición de su obra en Hungría sumió en el olvido a quién por esos años estaba considerado como uno de los más grandes escritores centroeuropeos.

      Hace unos días, la editorial Salamandra ha llevado a las librerías españolas  la primera edición de "La Gaviota", libro que Sándor Márai escribió durante la segunda guerra mundial y que fue publicado por primera vez en 1.943.

      Pero no es de este espléndido libro del que me gustaría escribir. No obstante, ha sido su lectura, el reencuentro con su maravillosa prosa, dura, inteligente, incisiva, la que ha despertado en mi el recuerdo de uno de los relatos más extraordinarios, más profundos y más bellamente escritos a los que he tenido la inmensa fortuna de acercarme : "EL ÚLTIMO ENCUENTRO" (1.942),  sin duda, una de las grandes obras maestras de la literatura universal.


          "Al igual que el enamorado, el amigo no espera ninguna recompensa por sus sentimientos...
          ¿Qué valor tendría la amistad si solo amamos en la otra persona sus virtudes, su fidelidad,
          su firmeza? ¿Qué valor tiene cualquier amor que busca recompensa... Tenemos que soportar
          que las personas que amamos no siempre nos amen, o que no nos amen como
          nos gustaría. Tenemos que soportar las traiciones y las infidelidades, y lo más difícil de todo:
          que una persona en concreto sea superior a nosotros, por sus cualidades morales o intelectuales."
         

      El reencuentro de dos amigos después de 41 años de separación física y espiritual, se convierte en la excusa perfecta para la creación de uno de los monólogos más profundos y emocionantes que se hayan escrito nunca.

      Con el trasfondo de un imperio austro-húngaro, ya en decadencia, con las descripciones de un antiguo esplendor familiar que se extingue por momentos : los salones de baile, las cacerías, el emperador,...Sándor Márai nos introduce allí como si formáramos parte de la representación.

      En esta atmósfera, lo que en un principio se percibe como una conversación entre pares, se transforma en un largo monólogo al qué, el interlocutor pasivo, asiste silencioso y asombrado. Monólogo lleno de melancolía y de belleza sobre la amistad y la lealtad, y sobre otras muchas cosas que condicionan la vida. Descripciones precisas, tajantes y breves pero cuidadas y rigurosas, que nos llevan a descubrir los intrincados vericuetos del alma y los misterios de nuestra naturaleza.


          "La vida se vuelve casi interesante cuando ya has aprendido las mentiras de los demás, y
          empiezas a disfrutar observándolos, viendo que siempre dicen otra cosa de lo que piensan,..."


                                  "El Último  Encuentro" pertenece a la lista de mis libros favoritos.

lunes, 18 de abril de 2011

De ERES, BONUS y Otras Zarandajas.

      Primero, PERPLEJIDAD y ASOMBRO. Por momentos, ABATIMIENTO e IMPOTENCIA. Por fin, INDIGNACIÖN y RABIA.

      Este tobogán de sentimientos que estalla en nuestro interior, - no siempre en el orden descrito más arriba - se produce como consecuencia de noticias tan incomprensibles como las que en estos días han copado las primeras planas de los periódicos y las cabeceras de los informativos de radio y televisión. Noticias que, para mayor escarnio, se producen concatenadamente en el pequeño espacio de unas horas y con la secuencia que describimos :

      ·Primeras horas del Jueves, 14 de abril .- Telefónica anuncia unos beneficios empresariales de más de 10.000 millones de Euros.

      ·A las pocas horas del mismo día .- Telefónica anuncia el recorte de un 20% de su plantilla. Alrededor de 5.800 puestos de trabajo.

      ·En la madrugada del Jueves al Viernes, 15 de Abril .- Telefónica anuncia reparto de dividendos y "un plan de incentivos" para la cúpula directiva, cifrados en millones de Euros.

      Esta sonrojante situación, producto del desprecio absoluto a la fuerza del trabajo y a la existencia de un marco legal que ampara situaciones de injusticia tan groseras, hacen que los ciudadanos caigamos en el desapego y la apatía, o en la deseperación y la rabia "incontenibles."                             

      Ante ésto, nuestra clase política se sigue luciendo ; el inefable González Pons intentando aparecer como el defensor de los pobres. ¡Tendrá cara el tío...!, los distintos portavoces del gobierno diciendo que "a ellos no les gusta lo que anuncia Telefónica". Faltaría más. Pero, ¿qué me dicen con eso?, ¿qué problema resuelven?,
¿quién evitará el nuevo ERE que tendremos que pagar todos los españoles, incluidos los parados?, ¿quién
se hace responsable del dolor,el sufrimiento, la desestructuración y el miedo, de miles de familias que contemplan, entre el estupor y el odio, como se destruye su proyecto vital, mientras que,  al mismo tiempo, en la misma empresa, unos pocos se reparten Bonos millonarios?.  ¿Quién puede explicarme todo esto?

      Cuando la crisis amenazó con llevarse por delante a todas las economías de Occidente, los Líderes mundiales hablaban sin cortarse un pelo y con la convicción "de los salvadores," que era necesario refundar el Capitalismo... Una mentira más.  El capitalismo salvaje avanza y se refuerza, el dinero sigue siendo el rey y el factor trabajo no pasa de ser el esclavo de "los nuevos campos de algodón."

      ·Quisiera entender, pero cada día me cuesta más. Que alguien me explique que es eso del Mercado. ¿ De que "hombre del saco" me están hablando?, ¿Qién se esconde tras ese nombre creado para meter miedo, para explicar lo inexplicable.?

      ·Quisiera entender, por qué los que nos llevaron a esta ruina actual, siguen gobernando el mundo y nuestras haciendas.

      ·Quisiera entender, por qué nos resignamos ante tantos desmanes, ante tantas mentiras, ante tanto dolor.

      ·Quisiera entender, como explicaba Isaac Rosa,  los fundamentos de las relaciones laborales de las grandes empresas : ¿ Cuando tienen pérdidas? Reducen plantilla. ¿Que tienen beneficios pero menos que el año anterior? Reducen plantilla. ¿Que aumentan sus beneficios? Reducen plantilla.  ¿ Que se consiguen beneficios históricos? Reducen plantilla. "Exigencias de la Competitividad y los Mercados."

      Pero no pasa nada. En unos días todo se habrá olvidado. Que duerman tranquilos los muñidores del nuevo orden,- que es el antiguo, que es el de siempre. -  Para eso está el bendito fútbol y el desparrame de duelos históricos que se amontonan. ¿Será casual la fecha elegida para el comunicado?  Y si no, lanzaremos por esos mundos de la alta política, a ese líder carismático elegido por los dioses, que se llama José María Aznar, para que nos entretenga con sus paridas, sus delirios de grandeza y su rencor desgraciado.  

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                         Declaración Universal de los Derechos Humanos. 10 de Diciembre de 1948

      Artículo. 23.-  1º- Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo
2º- Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por igual trabajo.
3º-  Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana.

      Articulo. 24.-  Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración de la jornada laboral,...

      Articulo. 30.-   Nada de esta Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiera derecho alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para emprender o desarrollar actividades o realizar actos tendentes a la supresión de cualquiera de los derechos y libertades proclamados en esta Declaración.

viernes, 15 de abril de 2011

El niño, su Madre y el tueste del "millo." ( Recuerdos.-4)

      Estaba sentado en un banquito de madera. Absorto, miraba a su madre remover sin parar el millo que tostaba en la sartén grande. Cuando acabase, llenarían con él un saco de tela blanca y partiría hacia el molino para transformarlo en riquísimo y oloroso "gofio."  Pero aún faltaba tiempo para eso.

      La operación de tueste transcurría en un rincón del pequeñísimo patio de la casa. En el suelo, unos ladrillos formando un cuadrado con el espacio interior libre para contener el carbón, configuraban el humilde fogón sobre el que se asentaba la enorme sartén.

       Le gustaba estar allí. El movimiento imprevisible del fuego, la brillantez y fuerza de sus colores primarios y el crepitar de los granos de millo saltando sin parar sobre el hierro negro, le transportaban al mundo de sueños y de magia que momentos antes había descubierto en los cuentos que leía cuando salía del colegio,  acababa con los "mandados" y abandonaba los juegos de la calle. 

      Pero sobre todo, le gustaba estar allí por ver a su "madre."  Junto a ella se sentía seguro y experimentaba "un no se qué", inexpresable e indefinible a sus pocos años, pero que estaría muy cerca de lo que hoy entendería como amor absoluto.

      Era una mujer grande. Alta y de complexión fuerte, de piernas robustas, como columnas de Hércules, de piel muy blanca y ojos pequeños de un precioso color gris azulado. Su rostro era hermoso y transmitía una atmósfera de amable serenidad. Nunca habló mucho. Reservada y tímida, podía transmitir la sensación de una persona distante y seca, pero cuando traspasabas esa barrera defensiva, tropezabas con un ser entrañable, en extremo amoroso y de una generosidad sin límites.  Su "Sueca querida", la llamaría con el transcurrir de los años.

      El niño amaba y admiraba a su madre. Mientras seguía con la vista los movimientos cadenciosos del remover continuo de los granos de maíz, recordaba lo que su padre le decía a todas horas, " hijo, gracias a tu madre, esta casa ha podido salir adelante. Su sabia administración del poco dinero que yo he podido ganar, ha multiplicado por mil las posibilidades de tanta escasez."

      Su trabajo no terminaba con el cuidado de su marido y sus cuatro hijos. La dureza de la guerra y, la aún más cruel posguerra, obligaba a los pobres a multiplicarse robando horas al ya menguado descanso. Sus hermosos ojos, se consumían poco a poco ante el telar donde creaba hermosos calados artesanos que las ricas del lugar le pagaban de forma miserable, o ante las banderas y uniformes, que el ayuntamiento le encargaba y malpagaba. Pero jamás se quejó.   

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      Ya el millo está tostado. Al niño le toca ahora llevarlo hasta el Molino del Conde. Durante el trayecto - alrededor de un kilómetro y medio - y para hacer  más llevadero el cansancio que generan el peso y la distancia, su mente le conduce siempre, de forma recurrente, a su paraíso soñado :  " Conduce un hermoso coche descapotable y las chicas más bonitas del pueblo le saludan y sonríen. Él, detective privado muy famoso, les devuelve el saludo con estudiada displicencia."

martes, 12 de abril de 2011

De Tertulias y Tertulianos.

No se si a ustedes les pasa, pero para mi, evitarlos, es casi una cuestión de supervivencia, de higiene mental. Su proliferación, su abuso, su utilización como arma de destrucción del adversario, están consiguiendo -no creo que inocentemente - crispar la vida pública hasta extremos indeseables.

Los medios de comunicación, fundamentalmente Televisión y Radio, han testado el filón que supone para la captación de audiencias, -siempre las malditas audiencias - ese "reality show," con ínfulas de intelectual y culterano, en que se han convertido muchas de las tertulias que abarrotan las parrillas de programación.

Me enerva ser consciente de la burda y soez  planificación  con la que, los que manejan el cotarro, manipulan y dirigen a la opinión pública.

La información, los hechos medibles y constatables han pasado a ser material prescindible. Lo que importa es "el aderezo," la interpretación interesada, la opinión disfrazada de "celo justiciero."  Todo medido. Hasta el último detalle. Desde mucho tiempo atrás. Desde el desembarco masivo en la compra de Medios de comunicación, escritos y audiovisuales, de quienes tienen a este país "cogido por los huevos".

Y en esta escenificación bodevilesca, aparecen los grandes protagonistas,  los tontos útiles, las renacentistas del siglo XXI : " Los Tertulianos."

 Opinan de todo, descalifican, aseveran, afirman y condenan, sobre todo condenan.
Se atreven con la Energía Atómica o con José Mourinho, con la Física Cuántica o con Belén Esteban, con las Energías Renovables o las Células Madre, con la Política Antiterrorista o con las Causas de la Crisis. Nada se resiste a su infinita sabiduría y perspicacia. Se comportan como auténticos "profesionales". Saben en todo momento lo que han de defender... "Como lo sabemos nosotros, los que escuchamos". Es un guión que tiene trampa, en el que se conoce el final antes que la película acabe. No debaten, no escuchan, no interpelan. Afirman, dogmatizan, se encierran. Los ciudadanos son las piezas a abatir, el terreno en disputa, el voto a conquistar. ¿Qué importa la información veraz?, ¿Que importa la razón? Lo único relevante es la conquista del poder, como sea, al precio que sea.

Bajo esta mirada - algo cínica si ustedes quieren - se entiende a la perfección por qué no participan más asiduamente en estos programas, profesionales contrastados que nos ayuden a entender los muchos interrogantes que tenemos abiertos en la vida pública. Intelectuales, cientificos, creadores, ciudadanos preparados, independientes, sin ataduras.

Definitivamente, no interesan. Las audiencias se nutren del morbo, de los gritos, de los escándalos. Poco importa el dolor que se cause, el odio que se inocule, la degradación que se genere. ¡El espectáculo debe continuar! ¡Muerte al aburrimiento!

 Pero eso si, controlando el resultado final, con todo atado y bien atado.

Post-data :  Pido perdón a los tertulianos honrados -que los hay - por el exceso generalizador de mi comentario. Eso si, les pediría que vigilasen con mimo sus participacion en determinados programas, donde su honradez es utilizada arteramente, como coartada para conseguir cierta apariencia de respetabilidad y pluralidad.

sábado, 9 de abril de 2011

Los libros que amé."Olvidado Rey Gudú".- Ana María Matute

      "Y el llanto del Rey cayó al lago, y éste creció. Creció de tal forma que anegó la ciudad, el Reino y el país entero, hasta más allá de los lindes donde Gudú había pisado. Y tanto él como su Reino, como cuantos con él vivieron, desaparecieron en el Olvido."

      Así acaba uno de los libros más hermosos que se hayan escrito nunca en lengua castellana. Y posiblemente, también en las otras.

      Llegó a mis manos al poco de aterrizar en las librerías. Lo devoré con la exaltación del amante y la devoción del novicio: deseando avanzar en la historia y rogando para que no se acabara nunca.

      "Olvidado Rey Gudú," es la obra maestra de una escritora extraordinaria que aún hoy continúa acercándonos a su mundo mágico a través de sus ojos de niña y de su enorme talento narrativo.

      El libro vió la luz en el año 1996, después de más de 18 años de "dulce y paciente gestación". Una historia tan fascinante, un legado literario tan perfecto, hubo de requerir, necesariamente, un tiempo largo de paciencia y de amor.

      Más allá de la fascinante y "fantástica" fabulación en la que nos sumerge y de la que no deseamos salir, cada capítulo, cada página, cada estrofa, es un monumento a la mejor Literatura.

      "Olvidado Rey Gudú" nos introduce en el nacimiento y expansión del Reino de Olar durante la fascinante, misteriosa y terrible Edad Media. Y lo hace haciéndonos acompañar de multitud de personajes mágicos que conducen la narración entre la realidad y el ensueño : la Ondina de las Aguas, los Trasgos y los Elfos, el Árbol de los Juegos, Tontina y el Príncipe Predilecto,...Una aventura tras otra, con un derroche imaginativo sin igual, nos pasea por mundos fantásticos, visiones fantásticas, historias fantásticas de amor, oscuridad y muerte.

      "Y se amaron de tal forma, que en mucho tiempo -antes y después de ellos; y en tierras aún muy lejanas a las suyas, o en siglos remotos, a ambas orillas del tiempo - no llegarían a amarse igual dos criaturas humanas."

      Es el mundo Mágico en el que parece vivir Ana María y al que nos invita a entrar sin temores y sin prejuicios, con los ojos inocentes de un niño y con la sabiduría del perplejo.

      Os recomendaría una lectura tranquila, sin prisas, intentando saborear cada página, cada estrofa. Exprimiendo al máximo la belleza y la emoción de esta obra de arte.
                                                                  ................

                        "Olvidado Rey Gudú" pertenece a la lista de mis libros favoritos.

          

miércoles, 6 de abril de 2011

El día de Reyes. (Recuerdos.-3)

      Era un día precioso, como casi todos en la isla. El bar Estupiñán acogía a la clientela habitual de los días festivos, casi todo hombres ocupando la barra, y un matrimonio sentado en las mesas del patio interior, tomando chocolate con churros.

      Cuando llegué, pasadas las 10 de la mañana, aún estaba libre mi rincón favorito. Desde él,  mientras saboreaba mi primer café, podía observar todo el bullir de la vida en la plaza de San Juan. Amaba esa plaza aunque,tampoco en esto, era muy original. Todos los habitantes del pueblo, tuvieran la edad que tuviesen, adorábamos ese lugar.

      Está ubicada en el corazón de la ciudad, junto a la Basílica que se asienta en otra pequeña plazoleta situada a la derecha - vista desde el lugar que yo me encontraba -  y separada por una calle que conducía al barrio de San Antonio pasando por la "placetilla", y donde aguardaban, siempre atentos al teléfono, los dos taxis del barrio.

      Tiene forma rectangular y fue diseñada y construída con mimo y con cierto rigor matemático. Cada uno de sus cuatro lados están protegidos con cuidadísimos macizos de flores y arbustos. En su interior, tres enormes y bellísimos laureles de india cubren, partiendo desde tres de las esquinas, gran parte del cielo de la plaza. En la cuarta, un enorme plátano, además de sombra, pone el contrapunto a la estética del conjunto.

      Se accedía a su interior, a través de cuatro entradas situadas en el centro de cada uno de los lados. A la izquierda, mirando siempre desde el lugar en que me encontraba, y separada por una generosa acera, el Ayuntamiento y el Casino. Al fondo, y siguiendo la misma acera, dos preciosas casas particulares, completaban la perfecta armonía del conjunto. Frente a mí, a unos seis u ocho metros, y separada por la carretera que conducía  a Las Palmas, se encontraba, la que podríamos llamar, entrada principal aunque no había nada que la diferenciara de las otras.

      Ensimismado en mi contemplación estaba yo, cuando, por esos caprichos que tiene la memoria, mis recuerdos me llevaron a una mañana de Enero del año 1951. Exactamente al 6 de ese mes, festividad de las Reyes Magos.

      Allí estaba él. No tendría más de 7 años. Pequeño, delgadito y con la sonrisa de todos los días iluminando su cara. Vestía un pantaloncito corto de un tejido indeterminado, la camisa blanca de los días de fiesta y una chaqueta de pana azul marino que había heredado de su hermano y que su madre le había arreglado con primor. Calzaba sus botas de ir a misa, muy gastadas pero limpias y brillantes.

      Pero hoy, lo más importante, era la pequeña pistola con cuerpo de madera y cañón metálico que disparaba, no más allá de metro y medio, un inocente tapón de corcho.

      Se le veía exultante. Sus ojillos, pequeños y alegres, buscaban complicidades en cualquier persona que se cruzara a su paso. Se sentía orgulloso de su juguete //"¿a que parece de verdad? - decía -"//  De vez en cuando, su mirada buscaba impaciente el balcón del Ayuntamiento, hasta ahora vacío.  Por fin apareció. Vestido con su uniforme "de General"- aunque solo fuera un humilde conserje - con la sonrisa permanente que había heredado su hijo. Desde lo alto miró al niño y este miró a su padre, el niño se sintió seguro y su padre se rompía de gozo por dentro. Y siguió jugando, y riendo y se sintió feliz.

      En estas apareció "Nino", y con el dos preciosos revólveres dorados y brillantes como los que se veían en las películas del oeste. Disparaba unos mixtos que generaban luz y reproducían el ruido de un petardo. Todos los chicos se fueron con él. Y el niño se quedó solo con su pistola de madera y sin la mirada de su padre que ya no estaba en el balcón. De repente sintió una tristeza infinita y sus ojos se llenaron de lágrimas.

      Tres chicos mayores que habían contemplado la escena se acercaron al pequeño y le pidieron que les enseñase su pistola, - "es la más bonita, la más auténtica de todas las pistolas que hemos visto" - le dijeron - "algunas pueden parecer más lujosas, pero se nota enseguida que son de mentira. Nosotros preferimos esta, parece de verdad."

      Y el niño recuperó la sonrisa. Y se fue saltando, disparando su pistola de madera con su taponcito de corcho.

      Pasaron los años, y aquellos tres chicos mayores, Miguel, Agustín y  un tercero , cuyo nombre lamento no recordar, permanecen en el lugar que mi memoria reserva a los héroes de mi niñez.

      De ellos aprendí, que debería estar siempre atento al sufrimiento innecesario que suele provocar nuestra falta de sensibilidad, aún en los acontecimientos más triviales de la vida :  "el niño que permanece aislado y triste mientras todas las miradas y caricias se dirigen al bebé", "la chica menos agraciada a quién nadie hace caso en la reunión",
"el hijo menos dotado que sufre la permanente comparación con el hermano modélico."

      Se me ha hecho tarde. Termino de tomar mi tercer café, pago la cuenta y me voy a ver a mi hermano que trabaja en un taller que está junto a la panadería de Miguelito.

lunes, 4 de abril de 2011

Insurrección Pacífica

      Tengo necesidad de volver sobre mis pasos, de intentar profundizar en el alegato de Stéphane Hessel.

       Su "Grito", su llamamiento a comprometerse, a indignarse, a no resignarse, no puede ser despachado con un simple comentario. Desgraciadamente, los tiempos que corren devoran y engullen todo lo que nace, con rapidez inusitada. Pero en nuestras manos estará el que eso no ocurra ahora.

      Frantz Fanon nos alertaba en su libro "Los condenados de la tierra," escrito a principios de los sesenta,  del inevitable alzamiento de los pobres frente a la explotación y la humillación permanentes. La guerra de Liberación Argelina había sido la fuente de su reflexión.

      Pero estamos en Europa, cuna de culturas y de la civilización occidental, "¿qué pasa ?
¿de qué nos alertan?" - se pregunta Sampedro -

      "El poder del dinero - dice Hessel - nunca había sido tan grande, insolente y egoísta con todos, desde sus propios siervos hasta las más altas esferas del Estado." En estos momentos, con toda seguridad, los financieros, culpables y confesos de esta crisis descomunal, han salvado ya los muebles, y solo se preocupan del reparto de dividendos y de los altísimos sueldos de sus directivos.

      Pero lo peor es el grado de indefensión, la impotencia ante el desafuero, la constatación del triunfo de la dictadura de los mercados.

      No, seguro que no será fácil poner coto a tanto desmán.

       Ahora mismo, en medio de un mundo convulso, acosado y maltratado por tragedias internas y externas, por terremotos y tsunamis, por guerras y corruptelas, por un planeta que se nos cae a pedazos y unos gobernantes más preocupados por el poder que por el interés general, yo aspiro a que los ciudadanos dejemos oír nuestras voces y nos pongamos al frente del cambio social y político.

      Para ello será necesario manejar información, mucha información, y que ésta  sea veraz. Tenemos derecho a ella. La información es de todos y nos la han robado, y por tanto, como dice José Luis Sampedro, "es nuestro derecho y nuestro deber recuperarla al servicio de nuestra libertad."

      Internet y sus redes sociales nos abren un mundo de posibilidades. Por primera vez, la opinión de "los sin voz" podrá escucharse, debatirse, aceptarse o rechazarse, en un espacio de libertad hasta ahora desconocido.

      Haciendo uso de nuestra libertad y nuestra responsabilidad, deberíamos propiciar, con nuestras denuncias y nuestros sueños, un cambio político en profundidad que haga posible, de una vez, el cumplimiento de "La Declaración Universal de Los Derechos Humanos", y "El respeto a La Tierra."

      Deberíamos ser capaces de incorporar a esta "insurrección pacífica"- término acuñado por Hessel - a los desencantados, los indiferentes, los pasotas. A los intelectuales, los creadores, los políticos de raza, los periodistas que no se resignan. A los hombres y mujeres de toda raza y condición. A los adultos y también a los jóvenes. Si, sobre todo a los jóvenes.

      Hasta aquí, la expulsión de mis demonios familiares, de mis frustraciones atávicas, de mi dolor y de mi rabia.

viernes, 1 de abril de 2011

¡INDIGNAOS!

      En una entrada anterior me dije a mi mismo que un día escribiría sobre Zapatero y sobre Rajoy. Mi amigo Rafa, "con cariñosa retranca," se apresuró a pedírmelo. 

      Pero hoy no será. Siento una pereza infinita.

      Además, ¿para qué serviría?. ¿cual iba a ser mi aportación?, ¿Que importa lo que yo dijera en medio de una algarabía mediática manipuladora que intenta, por todos los medios, ahogarnos, confundirnos, enfrentarnos y, finalmente, conducirnos a donde "sus Jefes quieren."  " Esos" que no conocemos,  "Esos" a quienes rinden cuenta Estados y gobernantes, G.8 y G.20, Americanos y Rusos, Chinos y Países emergentes.  "Esos" que utilizan el disfraz del Mercado para asustarnos, doblegarnos y para enriquecerse groseramente con el sufrimiento de millones de seres humanos.

      No, no quiero participar en este circo. No quiero que crean que me van a dormir con sus cuentos, que obedeceré sus consignas, que tragaré con la mascarada de libertad que me ofrecen.

      No, hoy no hablaré de Zapatero, ni de Rajoy, ni de Merkel, ni de Sarkozy. No han de ser ellos los protagonistas del cambio, los actores principales de esa maravillosa aventura que se llama, Política.

      Hoy quiero hablar de nosotros, de los millones de ciudadanos que permanecemos callados, resignados,humillados. O peor aún, colonizados, utilizados, conducidos.

      Quiero hablar de nosotros, porque nuestra ha de ser la política, nuestro el modelo de país que queremos, nuestro el presente y nuestro el futuro. El nuestro, el de nuestros hijos y el de las generaciones que vendrán.

      Debemos mirar a nuestro alrededor, descubrir que está pasando y preguntarnos ¿quién manda?, ¿quién decide?. ¿qué espacio de libertad nos toleran?

      Si por un instante, fuéramos capaces de "acallar los ruidos y apagar las luces de neón" que nos impiden escuchar y ver, descubriríamos perplejos un mundo lleno de "clones",
de seres humanos que repiten consignas, que loan a sus líderes y a sus partidos sin haber sometido al análisis crítico sus propuestas, que son incapaces de situarse en el lugar del que discrepa, que obedecen, obedecen y obedecen como los personajes de Aldous Huxley en "Un mundo feliz."

      "Estupor y Temblores"- título del magnifico libro de Amèlie Nothomb- es lo que experimento cuando observo el papel que están jugando una parte importante de los medios de comunicación. Aunque tampoco debería sorprenderme, Stéphane Hessel dijo "que deberíamos aprender a distinguir entre opinión pública y opinión mediática para no sucumbir al engaño propagandístico. Los medios de comunicación están en manos de la gente pudiente." Me asusta y me subleva su capacidad de manipulación, la sincronización de sus consignas, el uso y el abuso de un poder que no les pertenece y que han usurpado al interés general.

      Tendremos que aprender a vivir,  pensando, confrontando, juntándonos. 

      ¡INDIGNAOS!, dice Hessel, en su alegato contra la indiferencia y a favor de la insurrección pacífica. ¡INDIGNAOS!, "porque de la indignación nace la voluntad de compromiso con la historia." ¡INDIGNAOS! y luchad, para salvar los logros democráticos basados en valores éticos, de justicia y libertad.

      Cuidemos el VOTO, nuestro VOTO. Que no nos lo roben. Es nuestra fuerza, nuestra libertad.