jueves, 21 de abril de 2011

Los libros que amé."El Último Encuentro".- Sándor Márai -

      La madrugada de un mal día del mes de febrero de 1.989, una bala suicida acabó con la vida de un escritor monumental, un hombre sabio, víctima de la estupidez humana. Ocurrió en San Diego, California, muy lejos de Kassa, entonces provincia húngara, donde había nacido hacía 89 años. Desgraciadamente, tampoco le fue dada la gracia de contemplar la caída del muro de Berlín, símbolo de su tragedia, acaecida tan solo unos meses después de su muerte.

      Y paradojas de nuestra "civilización", con su desaparición se produce el reconocimiento. Su país, la vieja Europa y el mundo entero, redescubren a un escritor extraordinario al que habían condenado al exilio físico y espiritual por el terrible delito de haberse atrevido a ejercitar su derecho a ser libre.

      En 1.948, con la llegada del régimen comunista, abandona definitivamente Europa y se traslada a Estados Unidos. La prohibición de su obra en Hungría sumió en el olvido a quién por esos años estaba considerado como uno de los más grandes escritores centroeuropeos.

      Hace unos días, la editorial Salamandra ha llevado a las librerías españolas  la primera edición de "La Gaviota", libro que Sándor Márai escribió durante la segunda guerra mundial y que fue publicado por primera vez en 1.943.

      Pero no es de este espléndido libro del que me gustaría escribir. No obstante, ha sido su lectura, el reencuentro con su maravillosa prosa, dura, inteligente, incisiva, la que ha despertado en mi el recuerdo de uno de los relatos más extraordinarios, más profundos y más bellamente escritos a los que he tenido la inmensa fortuna de acercarme : "EL ÚLTIMO ENCUENTRO" (1.942),  sin duda, una de las grandes obras maestras de la literatura universal.


          "Al igual que el enamorado, el amigo no espera ninguna recompensa por sus sentimientos...
          ¿Qué valor tendría la amistad si solo amamos en la otra persona sus virtudes, su fidelidad,
          su firmeza? ¿Qué valor tiene cualquier amor que busca recompensa... Tenemos que soportar
          que las personas que amamos no siempre nos amen, o que no nos amen como
          nos gustaría. Tenemos que soportar las traiciones y las infidelidades, y lo más difícil de todo:
          que una persona en concreto sea superior a nosotros, por sus cualidades morales o intelectuales."
         

      El reencuentro de dos amigos después de 41 años de separación física y espiritual, se convierte en la excusa perfecta para la creación de uno de los monólogos más profundos y emocionantes que se hayan escrito nunca.

      Con el trasfondo de un imperio austro-húngaro, ya en decadencia, con las descripciones de un antiguo esplendor familiar que se extingue por momentos : los salones de baile, las cacerías, el emperador,...Sándor Márai nos introduce allí como si formáramos parte de la representación.

      En esta atmósfera, lo que en un principio se percibe como una conversación entre pares, se transforma en un largo monólogo al qué, el interlocutor pasivo, asiste silencioso y asombrado. Monólogo lleno de melancolía y de belleza sobre la amistad y la lealtad, y sobre otras muchas cosas que condicionan la vida. Descripciones precisas, tajantes y breves pero cuidadas y rigurosas, que nos llevan a descubrir los intrincados vericuetos del alma y los misterios de nuestra naturaleza.


          "La vida se vuelve casi interesante cuando ya has aprendido las mentiras de los demás, y
          empiezas a disfrutar observándolos, viendo que siempre dicen otra cosa de lo que piensan,..."


                                  "El Último  Encuentro" pertenece a la lista de mis libros favoritos.

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