viernes, 1 de abril de 2011

¡INDIGNAOS!

      En una entrada anterior me dije a mi mismo que un día escribiría sobre Zapatero y sobre Rajoy. Mi amigo Rafa, "con cariñosa retranca," se apresuró a pedírmelo. 

      Pero hoy no será. Siento una pereza infinita.

      Además, ¿para qué serviría?. ¿cual iba a ser mi aportación?, ¿Que importa lo que yo dijera en medio de una algarabía mediática manipuladora que intenta, por todos los medios, ahogarnos, confundirnos, enfrentarnos y, finalmente, conducirnos a donde "sus Jefes quieren."  " Esos" que no conocemos,  "Esos" a quienes rinden cuenta Estados y gobernantes, G.8 y G.20, Americanos y Rusos, Chinos y Países emergentes.  "Esos" que utilizan el disfraz del Mercado para asustarnos, doblegarnos y para enriquecerse groseramente con el sufrimiento de millones de seres humanos.

      No, no quiero participar en este circo. No quiero que crean que me van a dormir con sus cuentos, que obedeceré sus consignas, que tragaré con la mascarada de libertad que me ofrecen.

      No, hoy no hablaré de Zapatero, ni de Rajoy, ni de Merkel, ni de Sarkozy. No han de ser ellos los protagonistas del cambio, los actores principales de esa maravillosa aventura que se llama, Política.

      Hoy quiero hablar de nosotros, de los millones de ciudadanos que permanecemos callados, resignados,humillados. O peor aún, colonizados, utilizados, conducidos.

      Quiero hablar de nosotros, porque nuestra ha de ser la política, nuestro el modelo de país que queremos, nuestro el presente y nuestro el futuro. El nuestro, el de nuestros hijos y el de las generaciones que vendrán.

      Debemos mirar a nuestro alrededor, descubrir que está pasando y preguntarnos ¿quién manda?, ¿quién decide?. ¿qué espacio de libertad nos toleran?

      Si por un instante, fuéramos capaces de "acallar los ruidos y apagar las luces de neón" que nos impiden escuchar y ver, descubriríamos perplejos un mundo lleno de "clones",
de seres humanos que repiten consignas, que loan a sus líderes y a sus partidos sin haber sometido al análisis crítico sus propuestas, que son incapaces de situarse en el lugar del que discrepa, que obedecen, obedecen y obedecen como los personajes de Aldous Huxley en "Un mundo feliz."

      "Estupor y Temblores"- título del magnifico libro de Amèlie Nothomb- es lo que experimento cuando observo el papel que están jugando una parte importante de los medios de comunicación. Aunque tampoco debería sorprenderme, Stéphane Hessel dijo "que deberíamos aprender a distinguir entre opinión pública y opinión mediática para no sucumbir al engaño propagandístico. Los medios de comunicación están en manos de la gente pudiente." Me asusta y me subleva su capacidad de manipulación, la sincronización de sus consignas, el uso y el abuso de un poder que no les pertenece y que han usurpado al interés general.

      Tendremos que aprender a vivir,  pensando, confrontando, juntándonos. 

      ¡INDIGNAOS!, dice Hessel, en su alegato contra la indiferencia y a favor de la insurrección pacífica. ¡INDIGNAOS!, "porque de la indignación nace la voluntad de compromiso con la historia." ¡INDIGNAOS! y luchad, para salvar los logros democráticos basados en valores éticos, de justicia y libertad.

      Cuidemos el VOTO, nuestro VOTO. Que no nos lo roben. Es nuestra fuerza, nuestra libertad.

1 comentario:

  1. Que razón tienes en todo lo que dices António, yo también me indigno con todo lo que veo, y espero y confío en que sean los jóvenes los que lo puedan hacer mejor y recojan el testigo que nosotros les dejamos. Saludos. Mario el de Temisas

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