miércoles, 3 de julio de 2013

¡Maldito miedo!

      Ya pasó. El dolor y la noche son malos compañeros de viaje. Casi siempre se alían con el miedo. Y el miedo... ¡maldito miedo! De repente te sientes muy frágil. Es importante que alguien te coja la mano y acaricie tu cara y bese tu frente. Pero no puedes evitar sentirte solo. Una doctora se asoma y pronuncia su nombre. Y se va. Tu también te quedas solo. Y pasan las horas. Queda poca gente en la sala. No sabes nada. ¿Cómo estará? Yte invade la tristeza. Y vuelve el miedo. Te levantas y paseas. Vuelves a sentarte. Han pasado tres horas y media. Por fin sale. De lejos escudriñas su rostro. Se acerca sonriendo. Todo ha ido bien. El miedo se ha ido por piernas. La abrazas largamente, sonríes y ... "Vámonos a casa".

No hay comentarios:

Publicar un comentario