sábado, 12 de marzo de 2016

"...y nadie tenía por suya cosa alguna"

Tal vez fuera este relato el que atrapó a much@s en aquellos extraordinarios años de nuestra adolescencia.

"...y nadie tenía por suya cosa alguna, antes bien, todo lo tenían en común... y quiénes poseían bienes los depositaban a los pies de los apóstoles para que estos los distribuyesen entre todos según sus necesidades...y de esta forma daban testimonio de su fe." Hechos, cap.4 versículos, 32-35.

Este texto contiene, para multitud de creyentes, la luminosa hoja de ruta de un movimiento revolucionario que propugna la construcción de una sociedad nueva, comprometida y solidaria, construida sobre pilares de justicia, fraternidad e igualdad entre todos los seres humanos. Nada que no estuviese contenido ya en la primera carta de San Juan, "...quién dice que ama a Dios, a quién no ve, y no a ama a su hermano al que si ve, es un mentiroso."

Desafortunadamente, admirables testimonios de generosidad y compromiso por parte de individuos y colectivos de creyentes desparramados por todo el mundo no pueden ocultar le vergüenza y el fariseísmo de una Institución que olvidó hace siglos la verdad de sus orígenes.

Pido disculpas a cientos de personas comprometidas y honestas por emplear una generalización que pudiera dañarles y que, con toda seguridad, es en sí misma profundamente injusta; pero estoy seguro que también a ellas les resultaría imposible no denunciar todo el dolor y angustia causados durante un tiempo infinito por un poder jerárquico hipócrita e inclemente que amparándose en una interpretación mentirosa y torticera del mensaje cristiano, cargan insoportables fardos de culpa, miedos y obligaciones imposibles, sobre las conciencias de gentes que sólo buscan entender el mundo y ser felices. Y mientras, ellos, sepulcros blanqueados, cobardes y beatos, se solazan viviendo cómodamente instalados en universos paralelos de poder, cargados de autoconplacencia y de boato.

#Esta es una denuncia vieja . La hizo ya Jesús, el hijo del carpintero, hace más de veinte siglos.


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