martes, 17 de mayo de 2011

La prensa no se entera.

      Me da la impresión de que la prensa no se ha enterado de qué va ésto. Una vez más se sitúa al margen o por encima de los acontecimientos, intentando aparecer ante la opinión pública como inocentes servidores del interés general, sin la más mínima capacidad autocrítica ante sus evidentes responsabilidades en la creación de un sistema perverso que se ha revelado profundamente ineficaz e injusto.

      ¡Indignaos! Esa proclama de Stèphane Hessel que el editorial del País denomina peyorativamente, panfleto, nos advertía también contra los medios de comunicación.
Hessel decía : "deberemos aprender a distinguir entre opinión pública y opinión mediática para no sucumbir al engaño propagandístico. Los medios de comunicación están en manos de los que acaparan el dinero." 

      Ahora, cuando saltan las alarmas, cuando perciben que la revuelta puede ir en serio, cuando una multitud pensante y comprometida parece desperezarse de su largo invierno y amenazan con desenmascarar a todos los actores de esta trama corrupta e insoportable, los mass media - en su infinita mayoría - se apresuran a situarse como adalides de nuestra libertad o como garantes de la transparencia y la justicia.

      Lo siento, pero a mi no me vuelven a engañar. Su responsabilidad en el mantenimiento del  Sistema es absoluta. Me asusta y me subleva su capacidad de manipulación, la sincronización de sus consignas, el uso y el abuso que han hecho de un poder que no les pertenece y que han usurpado al interés general.

      Es realmente sibilina la editorial del País cuando dice, "El problema no radica tanto en colocarse dentro o fuera del sistema, como en tomar conciencia de que el desprecio del parlamentarismo y del Estado de derecho puede servir a las causas más justas y más nobles, pero también a las más abyectas y liberticidas."

      Pero vamos a ver, ¿de donde se sacan estos sesudos señores, que el movimiento en favor de la democracia real vaya contra el parlamentarismo y el Estado de derecho? O no se enteran, o estamos ante una nueva muestra de manipulación informativa.
¿Que se pretende lanzando mensajes cargados de ambigüedad y maledicencia?, ¿Crear inseguridad y miedo ante la fuerza de un movimiento ciudadano que anuncia una revolución pacífica, dirigida a la regeneración de la vida pública?

      Éstos, a quienes ustedes llaman Anti-sistema, aman la libertad, aman la democracia plena, participan en movimientos ciudadanos, en organizaciones no gubernamentales, en asociaciones vecinales, en la escuela y la universidad, en asambleas de trabajadores y en el seno familiar, valoran el Voto como un tesoro conquistado tras mucho sufrimiento, mucha humillación y mucha lucha. Y no lo duden, muchos, entre los que me encuentro, ejercitaremos este derecho el Domingo 22 de Mayo. Indignados, Si, pero imbéciles, No.

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