miércoles, 11 de mayo de 2011

Seve, nunca te olvidaré.

      Son algo más de las 11 de la mañana del 11 de Mayo del año 2011. Mientras escribo estas lineas, aguardo con tristeza sosegada el momento en el que TVE conectará con Pedreña (Santander) para transmitir al mundo el adiós de una de las figuras más extraordinarias, admiradas y queridas de cuantas, en mis sesenta y tantos años, he tenido el privilegio de conocer.

      Cada noche, antes de entregarme al sueño, con el pinganillo en el oído, esperaba las noticias de la radio que me comunicaban el resultado del último torneo en el que participaba Seve. A veces, por el cambio horario, debía esperar hasta muy tarde. No me importaba.

      Seve era para mí mucho más que un ídolo. Nadie ha sido más grande. Nadie - ni de lejos - ha tenido su carisma. Nadie, sea en el ámbito que fuere, ha obtenido el respeto, la admiración y el afecto que el se ganó en el mundo entero, desde las Antípodas al Oriente lejano, desde la vieja Europa a la todopoderosa América del Norte.

      Cuando los homenajes se acaben, cuando la última lágrima se haya enjugado, cuando otras noticias, luctuosas o festivas, adormezcan u olviden sus gestas y su figura, yo
le llevaré siempre conmigo.

      " Dibujaré, cuantas veces quiera, tu rostro apasionado, tu puño apretado atravesando el aire, tu maravillosa sonrisa contagiosa. Repasaremos juntos tus triunfos en el British Open. Me confundiré entre la multitud que te aclama por las alfombradas calles de Saint Andrews mientras te dispones a patear el hoyo ganador. Contemplaré con orgulloso regocijo, los estupefactos rostros de  millares de estadounidenses asombrados ante tu portentosa exhibición en Augusta. Visionaré tus inolvidables duelos con Greg Norman (el tiburón blanco), en los mundiales match play. Pero sobre todo, reviviremos una y mil veces, tu querida Raider Cap. La que tu soñastes, la que que reviviste, la que conquistastes, la que nos regalastes."

      Hasta siempre Seve. Te quise y te querré siempre. Bienvenido al rincón más soleado de mi memoria.

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