jueves, 24 de marzo de 2011

Amo a este hombre.

      Está más delgado, camina despacio, posiblemente con dificultad y tal vez con dolor. Su mirada, limpia y brillante como siempre, refleja una cierta tristeza decepcionada.
Me sigo emocionando cuando le veo, cuando le oigo, cuando le leo.

      Le conocí hace ya algunos años. No recuerdo exactamente la fecha, pero debió ocurrir en el primer lustro de los ochenta. Por aquellos años, Miguel Narros dirigía el Teatro Español de Madrid y Ana Antón Pacheco - directora adjunta - había organizado unas jornadas sobre Shakespeare. Confieso, que aunque la figura del grán dramaturgo era reclamo suficiente para acudir entusiasmado a la cita , mis razones fueron otras: Deseaba conocerle a él. No me defraudó. Habló de teatro y de literatura con pasión, pero su discurso, humilde,  comprometido y sabio fue mucho más allá. Le importaba la vida, le importaba la gente y no perdía ocasión de pregonar sus utopías. Utopías a las que ha sido fiel toda su vida, por las que ha sufrido un doloroso "destierro" político y profesional, pero por las que ha tenido y tendrá siempre el reconocimiento, la admiración y el respeto de mucha gente.

      Años más tarde coincidí de nuevo con él. Fue una anecdota inocente y tierna pero que yo guardo en mi memoria como un regalo. Él debía vivir cerca, yo trabajaba en Alberto Aguilera esquina Guzmán el Bueno, no era extraño pués que nos encontrásemos comprando en el Corte Inglés de Princesa. Lo reseñable, por curioso y por ingenuo, fue que me percaté de su presencia mientras comprábamos en el mismo mostrador unos "pantys" para nuestras mujeres. Me presenté y le rogué que me aguardase mientras iba a comprar uno de sus libros - los tenía todos - para que me lo firmase. Le llevé "El rio que nos lleva". Lo guardo como un tesoro.

      José luis Sampedro, la persona de quién hablo, es un referente moral para muchas personas de mi generación. También para otras.
Economista al servicio del hombre "aboga por una economía más humana,más solidaria, capaz de contribuir a desarrollar la dignidad de los pueblos." "Estamos -decía- al final de un sistema de vida que llamamos occidental que ha perdido el impulso que tenía al inicio de la era.""La Iglesia - continuaba - se quedó en el siglo XV, la economía en el XVIII y los políticos en el XIX con un parlamentarismo superado por los medios técnicos."

      Persona comprometida y honesta, se solidariza con los profesores Tierno Galván y Aranguren cuando estos son expulsados de sus cátedras en los años 1965 y 66 y abandona su cátedra de Estructura Económica en la Complutense para convertirse después en profesor visitante de las Universidades de Selford y Liverpool.

      Enorme ensayista y maravilloso escritor de ficción nos ha regalado joyas que perdurarán en el tiempo:
"El mercado y la globalización","Economía humanista","Realidad económica y analisis estructural", o
"La sonrisa Etrusca", "Octubre,octubre"," "El amante Lesbiano","La senda del Drago", "El rio que nos lleva"...

      Pero para mí, José luis Sampedro es mucho más que un economista acreditado, un fantástico novelista, un intelectual de primer orden. José luis Sampedro es un maravilloso ser humano, un referente moral indiscutible, alguien a quién es posible admirar y querer a la vez.
Yo manifiesto públicamente mi amor por este hombre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario